No existe la Crisis… estamos en la “impermanencia”

En muchas jornadas sobre gestión del cambio y en mi diálogos diarios con empresarios e instituciones siempre me encuentro con caras preocupadas y declaraciones inútiles. Me temo que la “crisis” es un coartada social, veo cada día más actitudes estériles y reivindicativas sobre la fantasmagórica “estabilidad laboral”. Tiene que quedar claro que ya no existe la estabilidad laboral y no tiene que existir. Cada uno se tiene que medir con su talento y su valor, pero sobre todo con su actitud. Si me quedo sin trabajo puedo hacer muchas cosas.. pero lo que no puedo hacer es irme al parque de paseo y decir “esto no se mueve, que alguien lo mueva”

La estabilidad laboral nos genera otro fenómeno que yo llamo “la esclavitud de la nomina”. Hagas lo que hagas siempre cobraras en virtud de “alguna prestación”. La “seguridad” genera arrogancia, la seguridad genera una sociedad de los consumos no sostenibles, la seguridad genera comodidad, si tengo una nomina me compro la mega tele de ultima generación y la iré pagando a plazos. Así que todos se transforman en teóricos de la deuda, que paguen los demás, que paguen las futuras generaciones por lo que estamos haciendo ahora.

Un día el sistema estalló…

Porque no era sostenible, porque no era justo y ahora la cosa más fácil es dar la culpa a los demás.. ¿Donde estábamos todos cuando vivíamos por encima de nuestras posibilidades? Ahora más que nunca tenemos librarnos de nuestra más grande cadena: “trabajo-cobro-consumo-existo y pretendo”.

Hay fases de éxito en que las cosas vienen a ti y se desarrollan, y fases de fracaso en que las cosas se marchitan, se desintegran y tienes que dejarlas ir para que puedan surgir otras nuevas, o para que se produzca la transformación. Si, llegado a ese punto, te apegas y te resistes, te estás negando a seguir el flujo de la vida, y eso te hará sufrir. La disolución es necesaria para que se produzca un nuevo crecimiento. Ambos aspectos no pueden existir separadamente.” (Eckhart Tolle)

La impermanencia

En el budismo la impermanencia es clave. “El primer obstáculo es la agitación. ¿Por qué ocurre la agitación? Viene de un apego ordinario a esta vida. Nacemos con un cuerpo humano, nos apegamos y preocupamos por él de forma natural. Es el hábito del apego el que nos hace empezar a preocuparnos por él. Sin embargo, en esta vida humana no hay nada que realmente se pueda lograr definitivamente. Una vez muertos, nuestros gustos y aversiones dejan de existir. Acordándose de esto ya no hay motivo para el apego o para estar tan irritado con lo que ocurre. Por lo tanto, el remedio es contemplar la impermanencia..” (Kunzig Shamar Rinpoche).

¿Porque tanto nos cuesta y tanta angustia nos produce afrontar el cambio? Porqué ignoramos la verdad de la impermanencia. Tan desesperadamente deseamos que todo siga como está que suponemos que las cosas podrían continuar igual. FAIL diría un gran amigo mio…

Estamos en la impermanencia. Los budistas de escuela tibetanas construyen mandalas de arena. Pueden tardar meses en hacer uno y con un solo gesto una vez terminado lo destruyen. No es solo una metáfora, hemos estados haciendo mandalas con seguridad y con apego y el viento se lo llevo todo. Ahora es imposible hacer mandalas en un entorno inestable es como hacerlo con un ventilador puesto. Tenemos que aprender a vivir en la impermanencia, nuestro enfoque a la vida a la empresa y al mundo tiene que cambiar.

Tenemos dos opciones.. hacerlo o añorar un pasado que nunca volverá.

¿Miedo al cambio o miedo al fracaso?

El fracaso reside oculto en cada éxito, y el éxito en cada fracaso. En este mundo, es decir, en el nivel de las formas, todos «fracasamos» antes o después, y todas las realizaciones acaban convirtiéndose en nada. Todas las formas son impermanentes. Puedes mantenerte activo y disfrutar manifestando y creando nuevas formas y circunstancias, pero ya no te identificarás con ellas. No las necesitas para tener una identidad. Ellas no son tu vida; sólo son tu situación de vida”. (Eckhart Tolle). Por ultimo os dejo con estas máximas budista que son realmente algo con mucho sentido común.

Lo que ha nacido morirá,
Lo que se ha recogido se dispersará,
Lo que se ha acumulado se agotará,
Lo que se ha construido se derrumbará
Y lo que ha estado en alto descenderá.
Porque estamos en la “impermanencia”