La gran mentira del crecimiento sostenible y el chantaje de los mercados

Existen tres agencias de ratings que son un oligopolio, tres empresas estadounidense que han jugado con las economías de Grecia, España, Portugal e Italia y que hoy apuestan mas alto jugando con Francia y Alemania.

Ellos venden informaciones al sistema financiarlo mundial y son tratados como si fueran unos oráculos infalibles. Pero mi antiguo profesor de economía siempre me decía: “Si quieres saber que hace una empresa mira quienes son sus accionistas”.

Los accionistas de estas empresas son aquel 1% que posee el 99% de la riqueza de este mundo. El neoliberismo los ha elegidos para que sean la máxima referencia económico y ningún gobierno tiene las agallas para rechazar sus indicaciones y previsiones ya que “deberían ser infalibles”. Deberían serlo porque se han equivocado un montón de veces y nadie le ha rendido cuentas, no han visto la burbuja financiera quizá porque la estaban inflando ellos mismos. La administración Obama se ha preguntado sin han sido cómplices del crack de la Lehman Brothers ya que al parecer la banca privada estadounidense ha estado pagando a esta empresa para que maquetasen un poco sus cuentas desastrosas. Un claro caso de corrupción que todo el mundo se ha olvidado y siguen allí impunes declasando y midiendo con una lupa sin cristal.

Lo que ha pasado entonce es que sus accionistas, que no han perdido ni un duro pero han ganado bastante menos de lo que se esperaban, han estado solicitando nuevos mercados, han empezado a cebarse con Grecia, Portugal, España e Italia porque de esta forma sus gobiernos neoliberistas hayFitch-Ratingan recortado los derechos de los trabajadores y hayan tocado las pensiones.

 

Estamos experimentando uno de los mayores cambios jamás producidos en la historia. El cambio genera miedo. Un miedo a gran escala ya que los cambios proceden en todos los niveles: económico, financiero, social, laboral, político, demográfico, medioambiental, cultural y de conciencia… Hay que entender que esto nos afecta a todos, independientemente del país o continente en el que vivamos y de la raza, credo o nivel socioeconómico. Sea que nos encontramos en el lado “A” del mundo sea que nos encontremos en el lado “B”.

“Un tsunami que alcanza a todo y a todos. Es un cambio de paradigma que también está revolucionando, como no podía ser de otra forma, el concepto de puesto de trabajo o de empleo tal y como lo entendíamos hasta ahora. Hasta el punto de que lo está convirtiendo en una especie en serio peligro de extinción.”

El sistema quiere engranajes no cabezas pensantes.