El Banco Central Europeo (BCE) decidió hoy mantener inalterados los tipos de interés en el 1%. A diferencia de lo que ocurre en otros bancos centrales, como por ejemplo la Fed, parece que en el BCE no hay ningún debate sobre posibles cambios en la política monetaria. La inflación en la Eurozona es baja lo que muestra la existencia de un exceso de capacidad productiva que está ociosa por lo que los precios están estancados. El BCE viene indicando en sus últimas reuniones que mantendrá bajos los tipos de interés, durante los próximos meses, siempre y cuando la inflación sea baja, es decir, las expectativas de inflación estén ancladas, el desempleo sea alto y haya una amplia capacidad productiva ociosa en la economía. Esta capacidad excedentaria una parte se tendrá que cerrar por obsoleta y otra será absorbida poco a poco, como consecuencia de los aumentos de la demanda agregada. El factor más inflacionario de las economías son las subidas de salarios, pero mientras y desgraciadamente haya un elevado número de trabajadores desempleados en la Eurozona no parece que vayan a aumentar los costes laborales.
El estancamiento de los precios y de la producción podría retrasar un alza de tipos, posiblemente hasta comienzos de 2011. No se debe olvidar que la economía de la eurozona dejó de crecer en el último trimestre de 2009. Efectivamente, la economía de la eurozona que creció en el tercer trimestre del año pasado, tras contraerse en los cinco trimestres anteriores perdió fuerza en el 4º trimestre a medida que se estancó el consumo y la inversión.
Sin embargo, hay que estar alerta ya que la depreciación del euro, junto con la subida de los precios del petróleo, podrían generar presiones inflacionarias, en el medio plazo, lo que sin duda modificaría la política monetaria.