(Desde Pymes y Autonomos) Los más de tres millones de trabajadores autónomos ya suponen casi el 20% del total de población activa de España. De ellos, el 80,7% no tiene empleados y el 95,5% tiene dedicación exclusiva, según datos de la Confederación de Autónomos y Profesionales de España (Caype).
Así, pese a que el número de autónomos ha disminuido en el último trimestre, la capitalización del paro ha aumentado en un 30% y ya son más de 9.000 los autónomos que cotizan por accidente de trabajo, lo cual significa que cada vez más autónomos confían en la viabilidad de la protección por cese de actividad, pues los que coticen por esta vía tendrán entrada directa para disfrutar de esta prestación, una vez se apruebe en el Congreso.
CAYPE asegura que el autoempleo es una opción cada vez más utilizada como alternativa al paro, sobre todo por jóvenes emprendedores que ven una oportunidad de prosperar tanto a nivel económico como laboral. No obstante este colectivo debe enfrentarse al problema de la financiación, la morosidad, la subida del IVA, la competitividad en los mercados, el bajo consumo, etc…
El presidente de CAYPE Eliseo Calviño apunta que la situación de este colectivo mejoraría considerablemente si todas las medidas que se están tomado en su favor se aplicaran por procedimiento de urgencia, así propone que la reforma de la Ley de Morosidad se aplique cuanto antes a este colectivo en lugar de esperar hasta el 2013, fecha en la que tiene previsto hacerse efectiva, para evitar que las pequeñas empresas continúen quebrando o sin actividad por falta de liquidez.
Por otro lado sería muy positivo que no se establezca un límite en la cotización para la prestación por cese involuntario de actividad, debe ser el propio autónomo el que voluntariamente decida qué porcentaje quiere aportar, sabiendo que su futura prestación será también proporcional a esta cuantía.
Declaraciones muy en la línea de ATA federación Española de Trabajadores Autónomos) que ya comentamos en otro post y que ponen el acento en la otra precariedad laboral. Se habla, en muchas ocasiones, de la precariedad laboral de los contratos temporales pero no se incide prácticamente nunca en la otra precariedad laboral, la de los autónomos.
Bajas cotizaciones que se traducen en bajas prestaciones, precariedad legislativa en lo que se refiere a los impagos de las grandes empresas y Administraciones Públicas, escaso apoyo financiero, entre otros, son los grandes problemas del colectivo.
Si esto no se soluciona, nos podemos encontrar con el problema de que todos estos nuevos emprendedores, que empiezan un nuevo negocio por necesidad, aumenten, más tarde, las estadística, ya muy negativas, de que 2 de cada 3 negocios no sobrevive a los 3 primeros años de vida. Es necesario un fuerte apoyo al colectivo para que, efectivamente, el autoempleo sea una solución al desempleo y no un parche, un refugio o una medida desesperada.
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