¿Porque el Downshifting es saludable? Tener más tiempo quiere decir también cambiar nuestra alimentación evitando los alimentos procesados y utilizar los alimentos frescos. Más tiempo quiere decir hacer la compra leyendo las etiquetas de los productos. Más tiempo quiere decir preparar los alimentos en casa con la pareja o en compañía de un buen disco.
Las prisas, las colas, las ofertas, la publicidad focalizada a la compra por impulso son los ingredientes que nos están acortando la vida. Puedo hablar de mi propia experiencia. Aunque no sea justo ni correcto es algo que he vivido y quiero compartir con más gente posible. Hace unos 10 años pesaba unos 55 kg más de ahora. Todo eran cenas y comidas de empresa, desayuno de trabajos, reuniones de días, ansiolíticos por la noche. En mi mesilla siempre había un anti ácido e iboprofeno. Mis análisis de sangre eran un desastre, trigliceridos fuera de control, colesterol de campeonato, amilasa a nivel estelar, hígado hinchado, una barriga que me tenia que llevar a todas partes. No podía casi andar y tenia que sentarme cada 100 metros. No hacia movimiento, no hacia deporte. La excusa era no tener tiempo, la verdad es que no tenia ninguna gana de hacerlo. Entonce tenia poco tiempo para comprar y cocinar, esto se traducía en un verdadero abuso de la comida pre cocinada y de productos que tenían de todo meno que una aportación equilibrada de alimentos. Ademas si vas al supermercado en las horas que el trabajo te deja, o sea a ultima hora, el ejercicio de la compra se traduce en un momento de estrés donde no tienes tiempo de reflexionar y mirar las etiquetas porque la gente te empuja con sus carros para tirarse sobre la ultima oferta 3×2. Comprar mal, quiere decir gastar más dinero o comprar alimentos que van a caducar y que dejaremos aparcados en la nevera hasta que se cubran de moho y tengamos que tirarlo insultando una vez más toda aquella gente que cada día no tienen de que alimentarse.
El supermercado es un conglomerado de ofertas, como la gente tiene meno tiempo para ir haciendo una compra inteligente se ha decidido meter todos los productos en un mismo lugar. Pero no es todo, las grandes y medias superficies han acabado con el comercio tradicional y sano, para dar paso a un ejercito de empleados no especializados y mal pagados, uniformados y pocos motivados. Re-ponedores, que aunque hagan su trabajo concienzudamente, no tienen idea de lo que realmente están vendiendo. Y no es todo, empresas como Mercadona chantajean los productores con sus marcas blancas dando mucho trabajo a cambio de contratos muy discutibles. Pero claro, ¿cuantos puestos de trabajo ha generado Mercadona? Directos e indirectos… Muchísimos… Pero cuantas tiendas de barrio han tenido que cerrar debido a su llegada… Muchas más.
Hay libros que te cambian la vida…
Un día me tope con un libro que hablaba de alimentos aconsejados y desaconsejados dependiendo del grupo de sangre. Este libro de Peter d’Adamo cambio mi forma de pensar en la alimentación. Hoy en dia con 55 kg menos y la capacidad de sentarme en una bici y hacer 100 km sin problemas estoy bastante mejor puedo decir que hace 10 años estaba más viejos de 10 años de cuanto lo estoy hoy. (o sea que a los 40 tenia 60), solo siguiendo unas pautas de alimentación. Sin entrar en el merito de lo que dice este libro, que aconsejo de todas formas a quien aún no haya entendido que somos lo que comemos, mi físico ha cambiado y mis análisis parecen las de otro.
El Doctor Peter D’Adamo y su padre James realizaron estudios con miles de pacientes desvelando la importancia del grupo sanguíneo de cada persona en su vida. Lo que no quedaba claro a ellos es que algunos régimen alimentarios funcionaban en uno y en otros no.
A través de la observación durante años y el estudio sistemático de numerosos pacientes, comenzaron a aparecer pautas. Observó que cada grupo de pacientes pertenecientes a diferente grupo sanguíneo no respondía de una misma manera a las diferentes pautas alimentarias a las que eran sometidos. Cuanto más se analizaban los diferentes grupos sanguíneos, más convencidos estaban que cada uno de ellos seguía una pauta diferente para la salud. En concreto algunos alimentos tenían reacciones adversa en unos y en otros no.
“El grupo sanguíneo es la llave que abre la puerta a los misterios de la salud, la enfermedad, la longevidad, la vitalidad física y la fuerza emocional. Su tipo de sangre determina su susceptibilidad a la enfermedad, los alimentos que usted debería comer, y cómo debería practicar ejercicio. Es un factor clave en sus niveles de energía, en la eficiencia con que usted quema las calorías, en su respuesta emocional al estrés y quizás incluso en su personalidad.”.
Más tiempo para pensar sobre lo que como y sobre todo más tiempo para estudiar un poco y descubrir cosas muy impactantes. Aquí os relato lo que he descubierto teniendo más de tiempo a mi disposición para leer las etiquetas e informarme concienzudamente, antes de tirar los productos al carrito
Sabores Artificiales: son compuestos químicos formulados en un laboratorio y no ofrecen ningún contenido nutricional. Se pueden encontrar en casi todo: dulces, cereales, yogur y sopas. Los efectos que pueden causar son: neurotoxicidad, toxicidad de órganos y cáncer entre otros.
Harinas: Gluten o no, las harinas de hoy no son la de antaño ya que están blanqueada e enriquecida. Para “enriquecer” le añaden niacina, tiamina, riboflavina, ácido fólico y hierro, pero les quitan otros nutrientes durante el proceso de refinamiento. A la harina enriquecida le han agregado unos cuantos nutrientes después de quitárselos a través de un proceso químico por eso no contiene suficientes nutrientes para hacerla un alimento sano.
La harina blanca producida a nivel industrial es casi puro almidón, y solo contiene una pequeña fracción de los nutrientes del grano original. Además, los tratamientos químicos en el grano dan como resultado la formación de aloxano –un veneno utilizado en la industria de la investigación médica para producir diabetes en ratones sanos. El aloxano causa diabetes al hacer girar enormes cantidades de radicales libres en la células pancreáticas beta, destruyéndolas. En pocas palabras cuanto más fina y blanca es la harina, menos fibra, vitaminas y minerales contiene.
Azúcar: Es la principal fuente de calorías en muchos países, se encuentra en refrescos, zumos de fruta, bebidas deportivas y en casi todos los alimentos procesados desde patatas fritas hasta quesos.
El azúcar blanca es una sustancia química pura y no se puede considerar como un alimento, ya que es extraída de fuentes vegetales como la caña de azúcar o la remolacha, a las cuales se les extrae el jugo eliminando toda la fibra y las proteínas que forman el 90% de dichas plantas.
Para dejar limpio el líquido que contiene el azúcar se produce una reacción alcalina matando prácticamente todas las vitaminas, esto se hace añadiendo cal viva y luego se le añade dióxido de carbono para acelerar la cal, y sulfato de calcio y ácido sulfúrico para decolorar y dejar casi blanco el producto final.
El azúcar refinada no tiene proteínas, ni vitaminas, no tiene minerales no tiene enzimas, no tiene micro elementos, no tiene fibra, no tiene grasas y no es de ningún beneficio en la alimentación humana. Pero durante su refinado viene a contacto con muchisimas substancias que no son beneficiosas para nuestra salud. A nivel personal intento usar la miel ecológica como edulcorante y después de un periodo de adaptación hoy es prácticamente normal para mí.
Glutamato Monosódico (Umami GMS): Es saborizante natural, extracto de levadura, guanilato de disodio, proteína texturizada y muchos más, no es un nutriente, ni vitamina ni mineral, su valor nutricional es nulo. La parte nociva es el Glutamato, que es un derivado de maíz, melaza o trigo que es desglosado hasta convertirlo en un cristal. Muchos científicos piensan que podría causar desórdenes neurológicos como migrañas, ataques, infecciones, ciertos tipos de obesidad, Enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Huntington. En términos químicos el GMS contiene un 78% de ácido glutámico libre, 21% de sodio y hasta 1% de contaminantes. El GMS “engaña” a nuestro cuerpo haciéndonos creer que la comida sabe mejor, más sana y más rica en nutrientes. Para evitar consumir GMS es imperativo consumir productos orgánicos y dejar de consumir alimentos procesados.
“El glutamato tiene una larga historia en la cocina. Las salsas de pescado fermentado (garum, garo), ricas en glutamato, se usaban ya en la Roma antigua. A fines del siglo XIX, el chef Auguste Escoffier, quien abrió el restaurante que fue considerado como el más glamuroso, costoso y revolucionario en París, creó comidas que combinaban el sabor umami con sabores dulces, ácidos, amargos y salados. Sin embargo, no conocía la química detrás de esta característica tan particular.
El sabor umami no fue identificado propiamente hasta que en 1908 el científico Kikunae Ikeda, profesor de la Universidad Imperial de Tokio, descubrió que el glutamato era el responsable de la palatabilidad del caldo del alga kombu . Observó que el sabor del dashi (caldo) de kombu era distinto de los sabores dulce, ácido, amargo y salado; y lo denominó umami.” (Fuente Wikipedia)
Aceites hidrogenados o fraccionados: el proceso de fraccionamiento toma aceites de palma o mazorca de palma y los calientan para luego enfriarlos tan rápido que los fracciona. Al ser fraccionados se separan las partes líquidas de las sólidas, dejando solamente la parte con más grasas nocivas concentradas para el consumo humano. De manera similar, los aceites hidrogenados son el resultado de calentar aceites sanos (de coco, palma, grano, maíz o canola) hasta mil grados centígrados para convertirlos en preservativos. Consumirlos es comparable a consumir un plástico líquido. Existe una gran campaña en contra del aceite de palma que se utiliza en alternativa a la mantequilla para los preparados de bollería industrial. El aceite de palma no es realmente bajo la lupa sino la forma de procesarlo con las técnicas de fraccionamiento e hidrogenación. Aquellos bollos tan rico del super se compran en pocos segundos, preparar un bizcocho en casa aunque sea con mantequilla es mucho más saludable. Solo hace falta tiempo y un horno.
Maíz: Hoy en día la mayor parte del maíz ha sido alterado genéticamente. Cualquier producto de maíz (aceites, almidón, dextrosa) podría causar cáncer, inflamación y enfermedades cardíacas. Contiene niveles muy altos de omega seis. Seguro que la publicidad de las grandes multinacionales nos han convencido que los ácidos omega seis son algo bueno para nuestra salud, incluso se ha creado leche enriquecida de estos ácidos insaturados generando un monstruo alimentario.
“Los ácidos grasos del tipo ω-6 son ácidos grasos insaturados por tener enlaces dobles en sus cadenas, tienen la peculiaridad de tener el primer enlace doble en el carbono de la posición 6, contando los carbonos desde el final de la cadena del ácido graso. En comparación, los ω-3 tienen su primer doble enlace en el carbono 3, y los ω-9, en el noveno carbono. Las funciones metabólicas que aprovechan a los ácidos grasos, las prefieren de cadena larga, de modo que los ω-6, de 18 carbonos y un enlace simple, son elongados a cadenas de 20 carbonos y cuatro enlaces doble (ácido araquidónico, precursor de los eicosanoides) y cadenas de 22 carbonos y seis enlaces dobles (ácido docosahexaenoico)” (Fuente Wikipedia)
Jarabe de maíz rico en fructuosa: Causa resistencia a insulina, diabetes, hipertensión y aumento de peso, y hoy en día está hecho de maíz genéticamente modificado.
Benzoato de sodio y potasio: El benzoato de sodio se convierte en un veneno cancerígeno cuando se combina con ácido ascórbico ya que causa un daño alarmante al ADN de células. De manera similar el benzoato de potasio aparece en alimentos “light” y dieteticos y es también letal.
Lecitina de Soya: Es uno de los ingredientes más usados en los alimentos procesados, y adicionalmente vendido como un suplemento alimenticio, está hecho de las sobras de proceso químico que separa la soya comestible de la lecitina. Contiene muchos pesticidas y solventes. Ademas la Soya es casi totalmente OMG. Esta y el maíz tienen una demanda que la agricultura tradicional no puede satisfacer.
Sorbato de Potasio (E-202): Parece ser que algo más del 20% de todos los alimentos producidos en el mundo se pierden por acción de microorganismos por ello se hace largo uso de conservantes en los procesos de fabricación de alimentos.
A pesar de que la industria alimenticia ha intentado defender este ingrediente, el hecho es que las pruebas han mostrado que es un cancerígeno y afecta los órganos reproductivos y no reproductivos. El sorbato de potasio es una sal de ácido sórbico que se utiliza como conservante en la mayoría de los alimentos, ya que inhibe el crecimiento de moho. Su uso es muy rentable para la industria alimentaria. Algunas pruebas han demonstrado que el sorbato de potasio es genotóxico para las células blancas de la sangre. Y no es todo ya que hay otro estudio que muestra que la combinación entre el sorbato de potasio y la vitamina C, que se encuentra en la mayoría de los alimentos, pueden causar mutagenicidad y actividad que daña el ADN. Este conservante puede causar urticaria, erupciones e irritaciones en la piel y los ojos.
Cloruro de Sodio: Sal artificial, que no tiene nada en común con la sal de mar. La sal de grano que ponemos en nuestras mesas es cloruro de sodio, y deberíamos evitarla. La industria decidió un día convertir la sal cristalina natural en simple cloruro sódico (la sal refinada de hoy), ya que los científicos de la época afirmaron que los demás elementos que contenía como los minerales esenciales y otros oligoelementos, eran innecesarios. Según ellos bastaba el cloruro sódico para salar los alimentos. Desde entonces cualquier parecido entre la sal que ahora consumimos y la sal natural es inexistente. De un alimento que era esencial y puro que nos proporcionaba todos los elementos necesarios para nuestra subsistencia se pasó a consumir un producto que es “veneno puro”, como bien saben los investigadores y médicos. A la toxicidad del cloruro sódico hay que añadir la del yodo y el flúor, minerales que hoy se agregan artificialmente a la sal.
Aspartame: Este edulcorante artificial se popularizó por su bajo contenido de calorías, sin embargo, se ha probado que causa cáncer.
Acesulfame-K: Un endulzante utilizado en alimentos procesado que se cree causa tumores en la tiroides.
Polisorbato 80: Debilita el sistema inmunológico y causa choques anafilácticos, también se ha asociado con problemas de fertilidad y cambios en los órganos reproductivos femeninos.
Aceite de canola: Un aceite industrial que se puede usar como repelente de insectos y para matar plantas y animales —no debería ser un ingrediente en nuestros alimentos, pero lo es. Eviten a toda costa alimentos con este ingrediente.
Hidroxianisol butilado y hidrozittoluene butilado: preservativos utilizados en muchos alimentos como cereales, goma de mascar, papas y aceites vegetales. Son oxidantes que forman compuestos cancerígenos en el cuerpo.
Galato de Propilo: Otro preservativo, lo podrán encontrar en caldos de pollo en polvo, carnes y gomas de mascar. Estudios sugieren que podría causar cáncer.
Algunos segundos a veces son muy valiosos para nuestra salud
El tiempo que debemos dedicar a visionar el etiquetado de los alimentos tiene que ser el más importante ejercicio de la compra. Mejor tardar 15 minutos más en hacer la compra que estar sentado 15 minutos más delante del Televisor.
Hoy en día el consumidor tiene la información adecuada. En cada etiqueta vamos a poder encontrar: Valor energético, grasas, grasas saturadas, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal. Estos son los elementos que tendrán que declararse de forma obligatoria en España a partir de diciembre de 2016, según el Reglamento 1169/2011. Esta información debe aparecer en el mismo campo visual y deberá realizarse «por 100 g o por 100 ml», lo que permitirá la comparación entre productos.
Cuando la industria te engaña con las etiquetas…
Los fabricantes deben listar los ingredientes por orden de importancia, y no está bien visto que el azúcar figure en los puestos de cabeza, una técnica astuta es incluir distintos tipos de azúcar, de tal manera que reducen la cantidad de cada uno, logrando que estos ingredientes aparezcan más abajo en la lista. Por ejemplo, para evitar que el azúcar aparezca como primer ingrediente en un bollo, el fabricante puede dividir los 15 gramos de azúcar que aporta en 5 gr de azúcar ‘normal’, 5 gr de jarabe de maíz y 5 gr de glucosa. Ahí los tienes, 15 gr de azúcares pero menos visibles.
La industria sabe que cuanta más azúcar utilice más aumentan las ventas, de ahí que haga todo lo posible por seguir utilizando cantidades importantes, con la engañosa técnica de darle múltiples nombres para hacerla menos visible: fructosa, dextrosa, glucosa, lactosa, galactosa (casi cualquier cosa terminada en -osa es azúcar), maltodextrina, melaza, jarabe de maíz, jarabe de maíz de alta fructosa, azúcar pulverizada, maíz dulce, azúcar invertida, jarabe de arce, almíbar, jugo de caña… cualquiera de estos nombres es en fin azúcar.
La gran estafa de la pirámide alimentaria
La pirámide alimentaria o pirámide nutricional es un gráfico diseñado con el fin de indicar en forma simple cuáles son los alimentos que son necesarios en la dieta, y en qué cantidad deben consumirse para lograr una dieta sana y balanceada. Lo que dice es esencialmente que en la base de nuestra alimentación deberían estar presente los cereales y sus derivados. Hay una gran discrepancia sobre el hecho que sea realmente bueno consumir tantos cereales integrales, muchos nutricionistas no siguen estas pautas prefiriendo verduras y legumbres. Ademas la producción de cereales es un autentica bomba a relojería para nuestro planeta, ya que para su producción es necesarios quemar demasiados recursos. La mayoría de los cereales hoy en día es de origen OGM con todo lo que conlleva. Pero claro hay mucha desinformación. Y esta desinformación es promovida por los millones de dólares de marketing que invierten las empresas de alimentación para vender sus productos. Ademas los propios gobiernos siguen basando sus recomendaciones sobre nutrición en ciencia errónea y anticuada, presionados por las lobbies de la industria alimentaria.
Yo no soy un nutricionista y mis consejos no son validos, ni científicos, pero es evidente que los cereales son algo que por millones de años el ser humano no ha consumido. En nuestra primera etapa evolutiva eramos cazadores y recolectores (grupo 0) y nuestros alimentos estaban basado en la caza y algún que otro producto silvestre, solo en una segunda fase hemos sentado las bases de la agricultura (Grupo A) e introducido otros alimentos, las grandes catástrofes de la tierra nos han hecho migrar y algunos de nosotros se han dedicado al pastoreo (grupo B) y aprendido a ordeñar vacas y otros animales e introducir los productos elaborados de la leche. La dieta del grupo de Sangre de Dr. Peter d’Adamo y la del italiano Dr. Mozzi se basa sobre estos conceptos tan sencillos, los mismo que la paleo-dieta. No me quiero decantar por ninguna de estas teorías, pero una cosa es segura, hay determinados alimentos que actúan de forma perjudicial dependiendo de muchos factores y hay que tratar de no dejarse engañar por las etiquetas y dejar de comer alimentos procesados. Tiempo hay de sobra, para comer, para elegir los mejores productos frescos, para dejar de acudir a las ofertas que al fin no son tales. Más tiempo, mejor salud, meno dinero y por supuesto calidad de vida.
Hacer deporte… Si se puede
Si pesas menos vas a tener más ganas y mejores resultados en hacer deporte. Ya no vais a tener estas sesiones frustrantes de running donde los abuelos te pasan como si fueran cohetes. He cerrado este mes con algo más de 1000 km entre bicicleta de carretera, bicicleta de montaña, running y paseos. Esto es bueno, si, pero esto es sobretodo sano. El downshifting te da más tiempo ¿Porque no usarlo para hacer deporte? Mi aspecto ha cambiado, mi forma de ver la vida ha cambiado, mi forma de relacionarme con lo demas ha cambiado. Esto porque tengo mas tiempo para hacer deporte y alimentarme de forma inteligente. Nada de comida basura, nada de pre-cocinados, mas tiempo para preparar mis proprios manjares. Tiempo para vivir…